Lima. El presidente de Perú, Martín Vizcarra, aseguró este lunes que acatará cualquier fallo del Tribunal Constitucional sobre la crisis política que ha provocado el enfrentamiento entre el Gobierno y el Congreso por la reforma de la Carta Magna, al tiempo que ofreció diálogo a la sede legislativa.
"Hemos dicho que, si en algún momento hay un pronunciamiento del Tribunal Constitucional, nosotros lo vamos a respetar", dijo Vizcarra en declaraciones a los medios de comunicación, según informa la emisora peruana RPP.
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Por su parte, el presidente de la Comisión Permanente, Pedro Olaechea, indicó que, si el fallo es favorable al Parlamento, los partidos representados en él tendrán que "ser sumamente maduros y políticos para buscar una solución conjunta", si bien se ha negado a avanzar qué pasos darán.
Vizcarra subrayó que, al margen de lo que determine el Tribunal Constitucional, el Gobierno está dispuesto a emprender un diálogo con la Comisión Permanente para superar la crisis política. "Siempre estamos dispuestos al diálogo (...) pero hay que ver en qué términos y los interlocutores", señaló.

La Comisión Permanente, que ejerce de Congreso interino tras la disolución del mismo, presentó la semana pasada una acción competencial ante el TC para que el alto tribunal especifique cuáles son sus funciones.
Crisis política. La crisis política en Perú alcanzó un nuevo máximo el pasado 26 de septiembre, cuando el Congreso tumbó la reforma constitucional y el consecuente adelanto electoral que buscaba el Gobierno.
Vizcarra respondió con una maniobra política para, al menos, adelantar la cita con las urnas. Así, el primer ministro, Salvador del Solar, lanzó una cuestión de confianza con la intención de que fuera rechazada, porque el segundo 'no' del Legislativo al Ejecutivo obliga a disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas. El Gobierno ya recibió su primer rechazo durante la Presidencia de Pedro Pablo Kuczynski.
Los diputados se negaron a debatir y votar la cuestión de confianza y Vizcarra contraatacó cerrando el Congreso y convocando elecciones anticipadas al interpretar que de esta forma sus señorías habían retirado la confianza a su Gabinete. El Parlamento tampoco se quedó atrás y cesó al presidente por "incapacidad moral".
La vicepresidenta, Mercedes Araoz, accedió a asumir la Presidencia de forma interina, aunque apenas 24 horas anunció su "renuncia irrevocable", mientras que Olaechea se ha negado a ocupar la vacante porque no tiene el apoyo de la Policía y las Fuerzas Armadas, alineados con Vizcarra. Así las cosas, el presidente se mantiene en el cargo con un nuevo Gobierno.
Horizonte electoral. Las elecciones están previstas para el 26 de enero y, según un sondeo del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), Vizcarra y su Gabinete llegan en buena forma. La popularidad del presidente se sitúa en un 75% frente al 40% de septiembre, lo que evidencia un alza en plena crisis política.
El nuevo primer ministro, Vicente Zeballos, ha valorado que "el ciudadano, con actitud cívica, está dando muestras claras de que estará vigilante y va a saber elegir" en los próximos comicios, de acuerdo con la agencia de noticias ANDINA.
La reforma constitucional es la piedra angular de la reforma política que Vizcarra prometió al llegar al cargo para acabar con la corrupción que acabó con la Presidencia de Kuczynski y que ha salpicado también a los últimos cuatro presidentes y a la líder opositora, Keiko Fujimori, así como al Poder Judicial.